Visitamos los diversos laboratorios en que se realizan análisis de muestras de agua: pH, metales pesados, nitratos, etc. La tecnología es impresionante: los datos son transferidos en tiempo real a los ordenadores y se comparan con lecturas pasadas para estudiar la evolución de los parámetros principales del agua y con ellos su calidad; por suerte se constata una franca mejora en los últimos años.

En otras salas se estudiaban las calidades de las aguas pero bajo el prisma de microorganismos vivos como indicacdores: a más cantidad de microorganismos vivos en las diferentes muestras mejor calidad de agua.

Visitamos los laboratorios de investigación animal, en los que se estudian las diferentes especies marinas de nuestras costas. En este caso los resultados no son tan alagüeños.

En resumen, da gusto conocer la actividad de entidades que llevan a cabo tareas cercanas a nuestros intereses como aficionados a la acuarofilia y como ciudadanos, sobre todo cuando el trato es tan cuidado y la información tan asequible. Una visita notable que repetiremos en la próxima Jornada de Puertas Abiertas que se celebre.