11 de septiembre de 2003

Visita al Aquarium de Donostia

El día 11 de setiembre de 2003, procedimos a visitar el Aquarium de Donostia. Al entrar se ve el estandarte del Aquarium, el enorme esqueleto de una ballena que, a lo Parque Jurásico, inunda con su presencia el centro de la planta principal. En la misma planta se hallan expuestas diferentes vitrinas con fósiles de corales, erizos de mar y hasta un tiburón prehistórico metido en formol en un gran acuario para que se conserve. Unas escaleras nos llevan, en la misma planta, a encontrarnos con un mapa en relieve de nuestras costas, indicándonos la profundidad del mar. Y al lado de este mapa hay maquetas de barcos de pesca utilizando diferentes tipos de artes.  

Subimos al segundo piso y nos encontramos con réplicas de navíos antiguos, de monedas y utensilios utilizados por nuestros antepasados marineros y una maqueta de cómo cazaban ballenas. Y por fin, el plato fuerte: los grandes tanques con peces y el túnel submarino, con los dos tiburones toro.

Según entras por el pasillo vislumbras desde una pared una ventana al mundo acuático desde un lateral del oceanario, sigues hacia delante y hay tres grandes tanques con peces, en uno hay escalares muy grandes y en los otros dos unas pirañas terribles. Luego entras en un pasillo en el que hay tres acuarios y un cilindro vertical que llega hasta el techo lleno de sardinas, de los tres grandes acuarios uno está lleno de sepias criadas en el mismo Aquarium, en el otro hay peces tropicales tales como peces ballesta, cirujanos, etc. y en el tercero hay peces del litoral: carraspios y doncellas.

Después de esto entras en el túnel, es impresionante ver a los peces alrededor, incluso por debajo de ti, en él hay desde lubinas, pasando por rayas, marrajos, hasta tortugas y la pareja de tiburones toro. Al salir de este túnel vamos a dar a una enorme sala en la que hay otra ventana al oceanario, una piscina táctil, en la que puedes meter la mano y con un poco de suerte que te toque algún corcón, en el otro lado hay un acuario de especies tropicales de menor tamaño, tales como damiselas y payasitos con sus anémonas y al lado de este dos acuarios en los que se puede ver caballitos de mar y crías de tiburón, desde una pantalla de televisión, ya que tienen unas cámaras que puedes controlar tú.

En el otro extremo de la sala hay un gran acuario con morenas y un gran pez escorpión. De esta sala se pasa a la sala temporal, la última vez que vinimos había kois, y esta vez había una exposición de peces migratorios: alevines de salmón y anguilas. De esta sala se pasa otra vez a la anterior y de ella parten unas escaleras hacia arriba, hacia la salida, pero antes de salir pasando por la tienda, vemos lo último: una gran ventana al oceanario, pero que da a la superficie del agua y un último acuario con anémonas autóctonas.

 
   

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